¡Ahora si! me has hecho caso y has seguido punto por punto el artículo anterior. Estás sentado en tu mesa de trabajo con todo lo que te has comprado y una mini del mansiones de la locura dispuesto a dejarla niquelada. Pues bien. Vamos a ir paso a paso para que aprendas lo más básico a la hora de pintar una miniatura. Si sigues estos consejos vas a poder tener todas tus minis pintadas con sencillez y muy resultonamente. Agárrate que empezamos.
Preparación de la miniatura. Las miniaturas, como a los hijos tontos, hay que prepararlas, quererlas, y apoyar todas las decisiones que tomen en su vida. Especialmente las de resina deben de ser lavadas ya que para que desmolden (si, se hacen en molde, ¿que esperabas? ¿75 pitufos con un cincel y un martillo?) más fácilmente se les aplican diferentes aceites o sustancias que ayudan a extraer las figuras de sus moldes. Si eres viejuno, te remito a los sobres de jichos o monta-man. Si eres menos viejuno, a Warhammer, para que te hagas una idea de lo que te cuento.
«Por 50 pesetas tenías una versión arcaica de los marines espaciales, y te sobraba dinero para 100 gramos de kikos»
Si tienes minis de las que vienen en matriz y para montar, recorta muy cuidadosamente con tu tenacilla lo más a ras posible, luego te explicaremos cómo disimular la marca de unión.
Seguimos, que me voy por las ramas. Lava tus miniaturas en abundante agua con lavavajillas y un cepillo de dientes. Las de metal o las especialmente sucias, las puedes lavar con pasta de dientes, que es un jabón muy concentrado y con un componente abrasivo en definitiva. Frótalas bien y déjalas secar. Esto lo hacemos porque si no, estos aceites evitarán que la imprimación o la pintura se adhiera correctamente. Estoy en todo. ¿A que sí?
Después de esto, toca coger nuestro cutter o nuestra cuchilla de modelado y eliminar las rebabas y las marcas de molde. Las rebabas son esos cantos de plástico o metal que sobresalen por las líneas donde se unen las posibles partes del molde. O si no lo entiendes bien: Todo lo que no sea estrictamente parte del diseño de la miniatura, te lo cargas. Punto pelota. Raspa o corta con mucho cuidadito. Repito MUCHO CUIDADITO. Es más, cada vez que haces algo sin cuidado o impacientemente a la hora de pintar miniaturas, dios mata a un cachorrito. En serio, ponle mimo al asunto.
Cuando se trata de juegos de mesa, las miniaturas suelen venir en baquelita (como los mangos de las magefesa) o pvc. Lo más normal es que las minis vengan con estos detalles bastante cuidados y no sea necesario hacer este tipo de retoques, aun así no está mal pegarles un repaso y por supuesto, una lavadita. Si tienes que montar una mini, recuerda limar con una lima muy suave (con cuidado por crom) las marcas por donde hemos recortado. Después podemos aplicar pasta de modelar (por ejemplo green stuff o similares) y pegarle otra limada hasta que no se note que habéis metido la zarpa.
«Un claro ejemplo de limado de rebaba y ya que estamos, una pasadita a las uñas tampoco iría mal»
Hecho todo esto, procedemos a fijar la miniatura a nuestra base (tapones, corchos, soporte ultramegacaro de citadel con forma sospechosa) y a darle candela con la imprimación.
Aquí es donde aparece el primer tópico que vas a ver repetido casi en cualquier tutorial que busques sobre pintado de miniaturas. La famosa (redoble) ¡¡¡textura de leche!!! Vas a echar una gota del bote de imprimación y la vas a mezclar con otra gota de agua en la paleta húmeda hasta que tenga la consistencia de la leche. Es decir, líquida, pero no del todo, pero líquida, como la leche. Se entiende, ¿no? pues al principio seguramente no lo entenderás, como no lo entendí yo. Y mira que trabajo en el sector lácteo. Pero la idea está ahí, y a medida que vayas pintando, irás haciéndote a la idea de a qué nos referimos con lo de “textura de leche”, incluso tendrás tu propia “textura de leche” y no tendrá nada que ver con la del compañero. Hecho esto, empezamos, carga el pincel, pero cuidado, no se puede hacer de cualquier manera. No queremos que nuestro pincel se estropee, asique lo que debes de hacer siempre que uses un pincel es mojarlo hasta la mitad de las cerdas (las cerdas son las fibras del pincel, milenials) y solo hasta la mitad. No queremos que haya nada de pintura, imprimación o lavado o lo que sea por encima de este punto. Si la pintura llega a donde las cerdas se juntan con el mango se almacenará ahí y será muy difícil de eliminar. Debido a eso, con el tiempo y la acumulación de pigmento las cerdas se abrirán y el pincel perderá su acabado en punta, que es lo más importante de un pincel.
Una vez cargado, retiraremos el exceso de imprimación en un papel de cocina o en la propia paleta girándolo de lado sobre sí mismo para que el pincel conserve su forma de acabado en punta y procedemos a aplicar la imprimación pegando pasadas suaves utilizando el pincel de lado, aprovechando la superficie de las fibras. Así cubrimos más espacio y minimizamos esfuerzo. Para zonas más intrincadas utilizaremos la punta y nunca, repito, nunca, chafaremos el pincel ni lo utilizaremos como si estuvieramos apuñalando a la miniatura. Las miniaturas también tienen sentimientos. Recordad la imprimación debe estar diluida (al menos, una parte de agua por una de pintura, sino más) para conservar los detalles de la mini, y si es necesario aplicar mas de una capa muy finita, adelante.
Una vez aplicada la imprimación, limpiaremos muy bien el pincel en nuestro fabuloso tarro de agua agitándolo y secandolo con papel de cocina las veces que sea necesario (siempre sin estropear la forma de punta) y podemos esperar un ratete a que la imprimación seque bien. Puedes escuchar buena música (recalco, buena música. Los nacidos a partir del año 2000 no podréis decir nunca eso de “en mis tiempos sí que se hacía buena música”) o ayudar un poco en casa, que tampoco está mal. Pon una lavadora, recoge tu cuarto, estudia un rato… dile a tu madre que la quieres..
Una vez seca esta capa, repite el proceso hasta obtener un imprimado homogéneo.
Así a lo tonto te acabo de explicar como cargar un pincel y aplicar pintura pero con la imprimación. ¿Como se os queda el cuerpo? ahí es ná.
¿Qué hacemos ahora? Antes que nada, os voy a dar un truco para que las figuras imprimadas en negro sean más sencillas de ver y que os permitirá ver todos los detalles e incluso puntos de luz. Os voy a desvelar una técnica que solo era conocida por unos pocos elegidos en la antigua babilonia. A principios del siglo VI A.C, se elegían los primogénitos de las mejores familias de Sumeria y se les entrenaba única y exclusivamente en esta técnica, no podían hacer otra cosa que no fuera esto, y tras 15 años de aprendizaje, enclaustramiento y celibato, tras pintar un pequeño vaso de terracota durante 2 minutos y pico, eran sacrificados a mayor gloria del dios Pazuzu.
Bueno, allá va: Busca el pincel más cochambroso y estropeado que tengas y míralo con desprecio, te valen incluso esos pinceles que se te han abierto con el uso o los baratujos del chino que has comprado pensando que te iban a valer para pintar minis (cuuutreeee). Bien, ahora carga el pincel con pintura blanca e inmediatamente pasalo por un papel varias veces hasta que veas que no hay restos de humedad en el pincel, pero si de pintura. Puedes probar a pegar unas pasadas con el pincel por un dedo y verás que aunque no hay pintura húmeda, sigue dejando pigmento pasada tras pasada. Ahora es el momento de pegar mas suaves y vigorosas pasadas por la miniatura con la punta del pincel, y verás como las partes más prominentes quedan marcadas de blanco creando un contraste con las que no son tan prominentes. Felicidades, acabas de aprender la técnica del pincel seco. Es una técnica muy útil y rápida para aplicar color y luces creando claroscuros. de hecho, más adelante tendremos un ejemplo práctico y verás que bien queda.
Ahora que tienes la mini imprimada es hora de darle color. ¿Qué color aplico? te recomiendo echarle una pensada antes de ponerte y tener cierta noción general de qué patrón de colores vas a darle. Puedes buscar en internet, sobre todo si son minis de juegos de mesas, hay miles y miles de imágenes de estas y podrás hacerte una idea.
¡Y ahora sí, empezamos! por ejemplo con una gabardina que vas a pintar de rojo o esos pantalones en azul. Bien, pues ya sabes, echa una gotita de pintura en la paleta y dilúyela con otra gotita de agua, moja el pincel como te dije antes (ya sabes, hasta la mitad) y aplica la pintura sobre la zona a pintar. Si son superficies grandes ya sabes, usa el cuerpo del pincel, y para zonas más delicadas, usa la puntita, vamos, igual que cuando planchas (porque planchas supongo, no creo que seas de esas personas que se lo lleva todo a su madre cuando va a verla los fines de semana… vergüenza me daría). Recuerda que es MUY importante aplicar capas muy finas (escurre el exceso de pintura en el papel de cocina o en la propia paleta, y si es necesario, dilúyela un poco más). Generalmente a mi me basta con un par de capas (excepto si es un rojo sobre negro o colores difíciles de fijar en según qué imprimados) y procuro dar la primera capa en sentido vertical y la segunda horizontal. Igual es una manía mía, pero me crea una sensación de uniformidad.
Teniendo en cuenta estas indicaciones, sigue con el resto de la mini. Color carne para… las carnes, después, pues los colores de la ropa, maderas, metales… cúbrelo todo. Despacito y buena letra. Seguramente te costará que todo quede en su sitio, pero tranquilo, a mucho que te salgas verás como queda fetén. Fíate de mí.
Las caras llevan un poquito más de trabajo, sobre todo los ojos, pero si tu mini no tiene los ojos muy detallados podemos obviar el pintarlos ya que con el siguiente paso puede quedar solucionado.
Vale. Ya has dado una capa de colores básicos a toda tu mini. Ha secado y… está… no se… como explicarlo… ¿Plana? No hay contraste, todo está del mismo color y parece un geyperman. Ahora es cuando aplicamos un lavado. ¡A saco! en toda la miniatura. Te recomiendo usar Nuln Oil (Negro) de citadel, y si te has estirado, usa Reikland Fleshshade (lo juro, odio estos nombres) en las partes color carne. Aplica una generosa capa incidiendo en las zonas más profundas y déjala secar. Una vez seca, tus colores originales se habrán oscurecido un poco, pero por el contrario, ¡Zas! ¡claroscuros! ¡sombreados! en definitiva, volumen.
La mini es mas fea que un pie pero es un claro ejemplo de aplicación de lavado
Puedes intentar limpiar un poco la mini repintando con el color correspondiente las zonas más prominentes si te sientes inspirado, pero de primeras, el resultado que te ofrezco con los lavados creo que es excelente si son tus primeros trabajos. Una vez domines bien todo esto que te he dicho puedes proceder a iluminar tus minis, pero de eso ya hablaremos en futuras entregas.
Mientras tanto, en la siguiente entrega vamos a poner todo esto en práctica con cerveza y fotacas, os presento a Fructuoso, un híbrido de profundo de “Las mansiones de la locura”. Saluda Fructuoso.
Y esto es todo de momento, espero que probeis y compartais vuestros resultados!
Super didáctico, enhorabuena