El pasado domingo, 24 de marzo de 2019, celebramos el evento León Lúdico III. A nosotros (mis dos hijos y yo) nos asignaron para explicar 10 juegos para niños, de Zacatrus, Haba y Devir, editoriales a las que, con mis compañeros, también quiero agradecer su amabilidad en proporcionarnos juegos. La madre estaba preocupada por la prolongada duración del evento, más de 12 horas, temiendo que se cansaran. Le aseguré que, en ese caso, los llevaría a casa.
Y montamos la mesa infantil. Por la mañana tuvo escasa afluencia de público y nos dedicamos a explicarnos juegos unos a otros los propios miembros de Juventudes Activas. La situación cambió después de las 12:00, pues acudieron varios adultos a curiosear. Les propusimos una partida de Diamant (Devir). En este juego unos aventureros exploran cuevas repletas de rubíes y diamantes, pero también de trampas mortíferas. Me recuerda a la siete y media, porque cada uno debe decidir si regresa al campamento con las riquezas que haya acopiado o sigue adentrándose en la cueva, aumentando las oportunidades de conseguir más tesoros, pero también la probabilidad de que salgan dos trampas iguales y perderlo todo. Tanto los adultos como los niños lo pasaron muy bien, y el juego recibió críticas muy positivas.
Después jugamos una partida de Pajarracos (Zacatrus), que los niños explicaron a los asistentes. Este juego gustó mucho en mi familia y lo compramos para nuestra ludoteca. Es un juego de cartas y gana el que más piezas de fruta acumule en sus árboles. El problema es que nos echamos unos a otros pajarracos que se las comen, aunque con el espantapájaros nos protegemos. Al final no se gana por muchos puntos, porque los malditos pajarracos hacen estragos en la huerta. Para niños pequeños es un juego un poco peligroso, porque se hartan de que les echen pajarracos cada vez que consiguen un árbol medianamente decente. Pero claro, tampoco se cortan en echárselos a los otros. Es muy divertido y rápido.
También echamos unas partidas de Código Secreto (Haba), que interesó mucho a los niños que participaron, y que podremos comentar aparte con los juegos educativos. Los niños también explicaron más juegos de Haba, como Rhino Hero y Miau Miau, mientras yo aprendía a jugar a CuBirds (MalditoGames) en la mesa contigua.
Por la tarde, la afluencia fue mucho mayor. A ratos jugábamos cogiendo juegos de mesas vecinas, como Fairy Tile. No paramos en toda la tarde. Hasta el punto que me perdí mirar la competición de Warhammer, que me atraía mucho. Jugaron varias familias que luego nos preguntaban por Juventudes Activas. Les explicamos los objetivos de la asociación y como, desde hace un tiempo, ya se van incorporando niños, pues hace unos meses no había ninguno asociado. Esto les resultó interesante a los padres y tal vez alguno decida unirse.
El juego que más llamó la atención fue Trainsilvania (Zacatrus). Hasta se lo llevó una familia un rato para aprenderlo por su cuenta, porque yo no podía atender dos mesas simultáneamente, y mis hijos estaban en el torneo de Virus (Tranjis Games). Este juego ya se reseñó en este mismo blog pero, dado el éxito que tuvo, lo abordaré yo también en una sección desde otra perspectiva. El otro juego que más atrajo fue Black Hills (Zacatrus). Aunque aparentemente para adultos, los niños mayores de 7 años lo pillaron enseguida. Lo comentaremos cuando tratemos juegos de recursos. Sólo hemos hablado de algunos de los juegos más exitosos de los muchos disponibles y no hemos entrado en los pocos que nos gustaron menos.
Y finalizó León Lúdico III, pasadas las 21:30 de la noche. Los niños, lejos de cansados, estaban encantados de haber pasado un día tan intenso. Sólo les quedó clavada la espinita de no conseguir nada en la rifa final. En fin, ya ganaremos algo en León Lúdico IV.