El portero Baldomero es un juego de engaño y deducción en donde uno de los jugadores tomará el papel del portero de una comunidad, el afable Baldomero, mientras que el resto seremos una banda de vecinos muy cotillas. Su autor es Rikki Tahta, está ilustrado por Pablo Tomás y ha sido editado en español por Zacatrus, a quien agradecemos enormemente la cesión del juego para esta reseña y para León Lúdico (de lo que hablaremos más adelante)
Es un juego de roles ocultos, un party de deducción en el que Baldomero ganará si consigue que no descubran quién es o si acierta de que palabra hablan los vecinos, y los vecinos ganarán si descubren a Baldomero y este no sabe dicha palabra. Al principio de la ronda se reparten las cartas de rol entre los jugadores, de manera secreta, obviamente, y se tiran dos dados, uno rojo y otro verde, método por el cual los vecinos podrán ver que palabra es la palabra de la que van a cotillear al mirar en una matriz central (ver foto). Después, uno por uno, tienen que ir diciendo una palabra que tenga que ver con el cotilleo, pero claro, aquí viene la chicha del juego, no pueden ser tan claros que Baldomero se entere de la palabra ni tan poco claros que luego sea imposible hilar quien es Baldomero. Una vez que todos han hablado, votan quien es Baldomero.
Si a Baldomero le toca hablar el primero está en un problema porque no tendrá ni idea de por donde tirar, pero os pongo un ejemplo: El otro día estábamos jugando con una tarjeta con nombres de cuentos, yo era Baldomero, y era el primero; como vi que de muchos cuentos se habían hecho películas de Disney, simplemente dije Disney. Y al final de la ronda pensaron que Baldomero era otro!.
Antes de continuar, comentar que es un juego familiar, o para gente no jugona, como muchos de los de dicha editorial, pero que te puedes divertir con él incluso si no estás en su target. Las mecánicas son sencillas y es muy grupodependiente ya que gente con imaginación siempre lo disfrutará más que un eurogamer puro.
Juegos del estilo yo he probado Secret Hitler, Avalon, Alex Colt, y decir que el punto fuerte de El portero Baldomero es su sencillez, se explica en 5 minutos y se juega en otros 5. No esperéis una profundidad muy alta, solo dejad fluir la imaginación y disfrutad la partida.
En cuanto a los componentes son correctos y que, aparte de muchas tarjetas con temas ya predefinidos, trae un bloc entero para rellenar con las palabras que quieras, por lo que se convierte en un juego rejugable hasta el infinito.
Y como conclusión, decir que me parece un buen party de roles ocultos para no jugones, sencillo de aprender y de jugar, y que hará las delicias de las reuniones familiares o de amigos.
Buena reseña, si señor. No solo, de chuletones vive el jugon, a veces picotear una bolsa de Doritos es un placer.