El general Von Karlos observa el tablero absolutamente concentrado. Revisa el frente una y otra vez esperando dar con la estrategia perfecta que sabe que se oculta esquiva entre el bosque de bloques de colores. Ninguno de los contendientes sabe las fuerzas a las que se enfrenta en cada hexágono, solo ven el desnudo anverso de los cubos del enemigo. Es la niebla de guerra. Trasiega otra cerveza, como buen teutón. Su rival, el ínclito general gabacho Du Manouel, tampoco levanta la cabeza. Ambos contendientes iniciaron su viaje a Francia, a 1914, hace unas horas y el viaje está a punto de terminar. Ninguno de los dos vislumbra la victoria en el horizonte pero el francés sabe que si consigue mantener el frente, ganará sin duda. Von Karlos debe darlo todo en este último turno.
Turno 3. … y último del escenario
Se ejecutan las primeras fases del turno: aproximar la entrada de USA en la guerra, la guerra submarina, el bloqueo naval británico, la investigación en tecnologías de gas venenoso, de máscaras, mejoras en la neonata aviación de guerra… y llega la fase central: movimiento y combate.
Von Karlos despliega su aviación por el frente norte en misión de reconocimiento y el francés envía sus biplanos para interceptar a los malditos voyeurs boches. Por turnos, con cara de póquer y boca abajo van desplegando sus fichas de aviación.
Se levantan las fichas, se comparan fuerzas, se lanzan dados…. Duelo de caballeros del aire en los cielos de Lille, de Arras… Algunos aviones son dañados, otro han de abortar la misión ante el empuje de los pilotos franceses. Pero algunos consiguen su objetivo y el alemán puede revelar algunos bloques azules. Sonríe… si, la aviación ha hecho su labor. Ha conseguido descubrir tres bloques, el más fuerte es de 6. Du Manuoel sufre, mira sus tropas, cubos que le miran.
“¡Joder, si es que no tengo nada!” piensa. El franchute desespera pero no sabe que el alemán siente lo mismo. En los primeros turnos las fuerzas galas empujaron con fuerza en el sur y tomaron importantes posiciones en Alsacia y Lorena consiguiendo frenar el avance germano en el norte que tuvo que enviar tropas a la zona a cortar la hemorragia. Dos largos turnos ha tardado el alemán en desalojar a los comedores de cruasanes del sur de Alemania y ahora ha concentrado fuerzas al norte para la gran ofensiva final pero siente lo mismo que el francés: “Dios, si el supiese lo que tengo, que no tengo naaa!…”.
Movimiento. Von Karlos mueve y se posiciona en varios hexágonos del norte cara a cara con los franceses. Vencer o morir. Ambos colocan sus fichas de artillería en varios puntos del frente. Boca abajo, primero tu, luego yo, aquí pongo más, aquí menos… puro faroleo.
Se levantan las fichas y se desata una tormenta de fuego y gas en la campiña francesa. Los alemanes han desarrollado el venenoso gas clorino y el impacto en los bloques franceses es brutal. La artillería francesa, por su parte, responde al infernal concierto teutón y siembra las filas germanas de cráteres y muerte. Ambos jugadores rebajan fuerza girando cubos, cambiándolos por otros de menor valor…aun sin descubrirlos al contrario.
Von Karlos ataca con furia enloquecida, casi imprudente. Propone combate en todo hexágono en disputa en el norte. El francés decide aguantar. Usa sus últimos puntos logísticos en reforzar todo lo posible. El ataque alemán revienta el frente francés y obtiene “movimientos de ruptura” que le posibilita profundizar en la brecha. Avanza como un cuchillo en la mantequilla y se topa con más tropas francesas. Combate de nuevo, son los “combates de explotación”…y vence. Fin de la fase alemana.
Brecha en Verdún!… bueno, esto es muuuu dificil que pase
Du Manouel tendrá el último movimiento de la partida. El hachazo del alemán ha sido devastador. Observa detenidamente el deslavazado frente norte. Se remueve inquieto en la silla y echa un vistazo a su panel de jugador. Ya no tiene artillería ni aviación, la usó para defenderse del avance alemán. Pero sabe que tiene que atacar. Mueve, agrupa los restos de su maltrecho ejército del norte y golpea, intentando recuperar terreno. Tampoco el alemán tiene ya reservas de artillería, pero aprieta los dientes y se prepara para el impacto. Los gabachos atacan con todo lo que tienen, a la desesperada, reúnen fuerzas de donde ya casi no tienen y luchan acudiendo a la épica en busca de recuperar todo el terreno que puedan. Se resuelven los combates. Los franceses impactan con fuerza heroica en algunos puntos pero en general pagan un precio mas alto de lo que pueden soportar. El alemán aguanta. Fin del turno, fase de puntuación y fin de partida, Von Karlos gana por 2 puntos de victoria.
Oh, no es Pierre Nodoyuna!!! Huid insensatos!!!
Solo ha sido el escenario inicial “la guerra móvil”, ambos quieren repetir, avanzar a los siguientes, todos dominados por la guerra de trincheras, donde aparecerán los ases de aviación Rene Fonck y el Barón rojo, donde los alemanes deberán enviar tropas del frente para enfrentarse a los rusos en Tannenberg. Aparecerá también una nueva nación en guerra, los Estados Unidos, azuzada su población a favor de la intervención tras el hundimiento del Lusitania debido a la Guerra Submarina sin Restricciones alemana, también contemplada en el juego. Llegará la revolución bolchevique y los rusos se retirarán de la guerra, entonces los alemanes podrán retornar sus fuerzas del este y concentrarlas en Francia para un último esfuerzo. Pero hasta ese momento, la bolsa roja, que abstrae los avatares en el frente ruso será un quebradero de cabeza para el germano porque puede generar Victorias Mayores Rusas y llevar al alemán a la derrota. También los motines franceses en 1917 están contemplados en el juego, la línea Hindenburg, una suerte de trinchera reforzada, los primeros tanques, los stosstrupen alemanes…
La partida en plena guerra de trincheras… quietos tos paraos!
Todo esto puedes vivirlo jugando a Fields of Despair. Un wargame de esos de bloques. Un juego que te propone retroceder 100 años no para recrear la historia, si no para que tu la cambies. O para que lo intentes. Y sobre todo para que disfrutes haciéndolo.
Ah, y no necesitas tener un doctorado o tener superpaciencia-megainteligencia para jugarlo. No es un Avalon Hill. De esos ya os hablaré otro día…
Simplemente genial
Esto es pasión por un juego!