Seguro (segurísimo) que más de uno tenemos unos cuantos juegos de mesa en la estantería con unas bonitas miniaturas tristes y grises. Si no nos hemos puesto a pintarlas, ¿porqué no hacerlo?. No quiero sentar cátedra en esto del pintar moñacos (no llevo más de un año haciéndolo asiduamente), y a lo mejor no cuento nada nuevo, pero lo que sí quiero es contar qué me aporta a mí, y por qué creo que también deberías animarte a hacerlo.
“Es lejía para el alma”. Así de claro. Creo que hoy en día nada me ayuda a desconectar tanto de mis mierdas como pintar miniaturas. Es mi momento. Y eso no significa que me encierre en una caverna fría y oscura en la que todo está cerrado a cal y canto y nadie pueda molestarme. Todo lo contrario. Puedes perfectamente estar pintando miniaturas en el salón al lado de los tuyos mientras veis vuestra serie favorita en Netflix. Yo aprovecho para escuchar música, pero siempre atento a lo que la persona que tengo al lado quiera decirme o hacerme. Es algo que siempre puedes (y debes) compartir con ellos. Y si, aunque pueda parecer contradictorio me requiere un nivel de atención tan grande que literalmente pierdo la noción del espacio-tiempo. Tiempo bien empleado en no pensar en mis anteriormente citadas mierdas.
“Es divertido”. Mucho. No lo dudes. O igual no. No sé. Cada uno tenemos nuestros gustos, pero, aún si crees que no es lo tuyo, dale una oportunidad. Igual te sorprende.
“Yo soy muy torpe, voy a cargarme las miniaturas… este juego cuesta una pasta”. Seguramente estos dos enunciados sean ciertos el dia que te pongas. Pero te voy a contar un secreto: ¡puedes repintar las miniaturas pasado un tiempo!. Lo sabía Leonardo, lo sabía Manet, lo sabía Velázquez, y ahora lo sabes tú. Ya no tienes excusa para no ponerte a ello. Nadie te va a señalar con el dedo por que no quede bien pintado, ni tus juegos van a quedar inservibles, ni tus seres queridos van a renegar de tí, creeme. Piérdele el miedo a pintar.
“Matadme, por favor”
Al principio todo serán manchurrones y pintura corriendo por donde no debe. Insiste. Al cabo de una temporada no te imaginas las cosas que serás capaz de hacer con un pincel del 2 en un área insignificantemente pequeña. Y otra cosa que igual no sabes, la pintura tiene vida propia, y si la mimas un poco, ella misma va a donde tiene que ir. No te preocupes si tus minis no quedan como esas obras de arte que ves por instagram o en tableros de algún conocido. Generalmente son fotos photoshopeadas,o de minis pintadas por gente que lleva muchos años y que solo te muestran las que salen particularmente bien, las que no quedan tan bien si eso ya… tal. Busca por internet y mira como pinta la gente, pero no te preocupes por llegar a pintar así. Ese no es el objetivo. El objetivo es el del punto anterior. Es divertido. Es más divertido y mucho más constructivo que andar robando coches, meterse en política o leer “prensa” deportiva.
“Desarrollas la paciencia”. No es uno de mis puntos fuertes, y aún a día de hoy chapuceo con alguna miniatura cuando llevo un tiempo con ella y la termino deprisa y corriendo. Esto es algo minucioso y tenemos que acostumbrarnos a trabajar despacio y en posturas que no son las más cómodas muchas veces para hacer llegar nuestro pincel a ese sitio tan intrincado sin tocar otras partes ya pintadas. Ya sabes el viejo dicho, con paciencia y con saliva… (descubrirás muchas analogías entre este aforismo y el pintado de miniaturas).
“Es relativamente barato”. Y voy a poner más énfasis en lo de barato que en lo de relativamente. Cuando me animé a empezar hice un desembolso inicial de unos 35€ entre pinceles y pinturas. Puede parecer mucho, pero después de un año y medio todavía no he llegado a consumir ni la mitad de toda la pintura que he comprado. Las cantidades a utilizar son mínimas (estamos hablando de gotas) y cuenta con que hay que diluirlas un poco (ya hablaremos más tarde de eso, mientras tanto quédate con esta copla, la oirás muchas veces. “¡Diluye tu pintura!”). Un botecito de pintura de la marca Vallejo (17ml aprox) sale en torno a unos 3€, dependiendo de donde la compres incluso menos, y da para mucho. Hay mas marcas, por ejemplo, Citadel, que pueden costar hasta el doble. Estas llevan un compuesto pigmentado de icor de garduña y sangre de unicornio que garantizan un resultado óptimo. Pero si te fias de mí, Vallejo está más que de sobra para el pintor novel.
“Entre estas dos pinturas hay un chalet en la manga de un directivo de diferencia.”
Otro apartado son los pinceles. Oirás maravillas sobre los pinceles de pelo de marta (del bicho), de hecho los pinceles de Citadel también son caros en comparación con los de otras marcas (los pelos de salamandra calva aportan uniformidad y una óptima descarga de pintura). Olvídate de todo eso. Vete a tu tienda de bellas artes más cercana y compra los mas baratos, de fibras sintéticas, en torno a unos 2€/unidad. Gastarás unos cuantos cuando no sepas y otros cuantos cuando sepas, asique no te merece la pena gastarte dineros en un pincel que va a terminar abierto. Mejor un pincel de 2 euros desmochado cada 3 meses a uno de 6. Si te enganchas a pintar seguirás gastando rupias en más colores, lavados, tintas o accesorios, pero piensa que hablamos de entre 3 y 6 euros por unidad, no como esa expansión de la edición bielorusa del Carcassonne que costó 120 lereles y está cogiendo polvo en tu estantería. En caso de que no te atrevas a tocar las minis de tus juegos de mesa siempre puedes comprar minis sueltas, que puedes encontrar a precios más que asequibles y así practicar antes de echarle mano a ese Arcadia Quest. (Aunque si te vienes a una de nuestras jornadas de Pathfinder también es muy posible que te toque un cheque de 10$ para gastar en www.paizo.com )
Si quieres ver precios y materiales te recomiendo sitios como www.e-minis.net o www.goblintrader.es Si puedes visitar esta última en sus locales de Madrid, ni lo dudes. Estantes y estantes llenos de juegos de mesa, de rol, de miniaturas… y hasta un grifo de cerveza. (No querrás marchar)
“Es algo que haces con tus manos”. Pues sí. Estamos acostumbrados a ver el éxito como algo grande y muy reconocible. Pero sabemos que el día a día no suele brindarnos esto. Pintar miniaturas me aporta pequeños éxitos cotidianos. De golpe un ojo me sale bien, o consigo ese tono de piel que buscaba, o mi pareja me dice “esta miniatura te ha quedado bonita”. No sé a vosotros, pero a mí me sienta genial. Y lo has hecho tú, con tus manitas de lechón.
“¿Que me ha quedado muy bien la facción de Polania de Scythe? ay, aduladoras…”
Como ya dije antes, no esperes ser el que hace los mejores degradados y el que mejor maneje las luces y pintar la catedral en un escudo de medio centímetro de diámetro. Centrate en que lo poco que hagas, lo hagas bien. Sé curioso, tienes todo internet para bucear en los millones de fotos de miniaturas pintadas, y millones de tutoriales en youtube para aprender muchas cosas por tu cuenta (¿qué haces leyendo esto?). Yo tomé la decisión de no repintar nada y de dejar las minis como queden. Cuando pase un tiempo y veas la diferencia entre lo que hacías y lo que haces te dará más satisfacción de lo que crees. Eso sí, como en todo, unas veces pintarás cosas fetén, y otras no vas a estar tan inspirado. Céntrate en el proceso, y menos en el resultado.
“Tus juegos de mesa lucirán espectaculares”. Hay mucha diferencia, qué queréis que os diga. He visto juegos de mesa pintados muy precariamente y que aún así molan tanto que ofende. ¡Pero si hay gente que hasta les pinta ropa a los meeples!. Para nosotros los jugones, supone un añadido visual y un disfrute extra; no se a vosotros pero yo cuando juego me hago una imagen mental de todo lo que está pasando, como en una peli. Tener las minis pintadas me refuerza esa imagen. Vamos gandules, dejad de decir lo mucho que os gustaría tener pintado el Zombicide y poneos manos a la obra.
Y muchas cosas más, que tendréis que descubrir por vosotros mismos. No porque no se me ocurran, sino porque será algo personal para cada uno, y (todavía) no se leer la mente.
Para terminar, porque cualquier acción creativa, o artística, es para mí lo más apasionante que puedes hacer en tu vida. Coger algo abstracto como lo es una idea y transformarlo en algo real. ¿Acaso eso no es simple y jodida magia?.
Como dijo Neil Gaiman: “When things get tough, this is what you should do. Make good art”
Gran artículo!
Con este artículo dan ganas de desempolvar los pinceles… Esperando la siguiente entrada!
Me encantan estos artículos de wargames o de pintura de minis, no ya solo la información en sí, si no también la forma de contarlo y expresarlo.
10/10!